Esta es la idea que plantea el proyecto Space Refugee desarrollado el artista turco Halil Altindere (1971 Mardin, Turquía) para la “Neuen Berliner Kunstverein”. En esta exposición el artista hace una crítica sobre la política de refugiados de la Unión Europea, proponiendo con gran ironía el espacio como posible lugar de residencia para los refugiados. Trata además el tema de la pérdida del hogar, que podemos ver en otras obras del artista.
Una parte central en la exposición es el documental del cosmonauta sirio Muhammed Ahmed Faris, el cual en 1987 formó parte de la expedición soviética a bordo del TM- 3 para una estancia de siete días en la estación espacial MIR. Actualmente este antiguo héroe vivo de la Unión soviética es partidario de la oposición democrática contra Assad y vive como refugiado en Estambul.
El proyecto toma prestada la estética del realismo socialista, sobre todo aquella iconografía relacionada con la representación de los astronautas soviéticos. Se puede ver toda una hagiografía sobre Muhammad Ahmed Faris, en forma de retratos que han realizado artistas comisionados por el propio Halil.
La última parte de la exposición da una visión de la vida de los refugiados en una ficticia “Palmyra” en una misión llevada a cabo por unos equipos de expedición al que puedes acompanar a través de unas gafas de realidad virtual.
Halil Altındere pertenece a una generación de artistas que participaron en el despertar cultural de Turquía en la década de 1990. Artista, curador y editor, desarrolla una crítica muy abierta a la represión del gobierno, así como a las estructuras patriarcales y nacionalistas dentro de Turquía.
Un ejemplo de esto es la pieza de video Wonderland (2013), que fue creado justo antes de los levantamientos en el parque de Gezi en Estambul y aborda la gentrificación en la ciudad.
El foco de esta obra está en el grupo de hip hop Tahribad-I, que da voz a la resistencia en contra del desplazamiento de partes enteras de la población de la ciudad.
Fue muy sonada también su propuesta para el dOCUMENTA 12, una obra que, sencillamente, no pudo ser. La pieza se iba a titular 15 minutes of freedom e iba a consistir en la fuga de la cárcel de Kassel de un preso, que iría agarrado a las barras inferiores de un helicóptero aprovechando una laguna legal del sistema penitenciario alemán. La idea de la obra era convertir al vigilado en vigilante de todos nosotros. Tenía los permisos, pero dos fugas que ocurrieron en un corto espacio de tiempo, hicieron cambiar a las autoridades.
En la Berlinale de este año hemos podido ver la obra Homeland (2016) rodada entre Turquía y Alemania, la cual pone de relieve la experiencia de la migración forzada. Las contradicciones en la definición de refugiado son expresadas por Mohammad Abu Hajar, un rapero de origen sirio, que vive ahora en Berlín. Sus rimas acompañan al espectador a través de escenas reales extraidas de archivos de un cruce de fronteras y concluyendo en el complejo de Tempelhof en Berlín, antiguo aeropuerto que se ha convertido en un nuevo campo de refugiados.
La exposición estará hasta el próximo 9 de noviembre y se acompaña de diversas actividades paralelas como una charla con el artista. Más info aquí
